Motor

La movilidad eléctrica está en plena expansión en Europa, y tanto en España como en Portugal cada vez son más las personas que optan por vehículos eléctricos o híbridos enchufables.

Esta transformación implica también la necesidad de adaptar las infraestructuras, y uno de los aspectos clave es la instalación de puntos de recarga en viviendas, comunidades de vecinos, empresas y espacios públicos en general.

Una firma profesional con experiencia y formación

La instalación de un punto de recarga siempre debe correr a cargo de un equipo profesional y cualificado. Aunque pueda parecer sencilla en algunos casos, lo cierto es que se trata de una intervención técnica que debe cumplir con una normativa específica y que, si no se realiza correctamente, puede derivar en fallos de seguridad y/o de funcionamiento.

Cargacar es una firma especializada en este tipo de instalaciones. Su equipo está formado por técnicos con formación específica y con amplia experiencia en el sector eléctrico y en la movilidad sostenible. La empresa trabaja tanto en España como en Portugal y cuenta con cobertura en todo el territorio, incluidas zonas insulares.

Uno de los elementos que distingue a Cargacar es su capacidad para adaptarse a todo tipo de entornos: desde plazas de garaje privadas hasta instalaciones comunitarias en garajes compartidos, pasando por instalaciones en empresas o edificios públicos. Esta versatilidad permite atender a una amplia variedad de perfiles de usuarios, siempre desde un enfoque profesional y personalizado.

Además, la experiencia acumulada por su equipo facilita una mejor toma de decisiones en cada etapa del proceso. No todas las viviendas tienen las mismas condiciones eléctricas ni todas las necesidades de recarga son iguales. Cargacar estudia cada caso de forma individual para ofrecer soluciones ajustadas a la realidad de cada cliente.

¿Cómo se lleva a cabo la instalación?

El proceso de instalación de un punto de recarga con Cargacar está estructurado para ofrecer claridad y acompañamiento desde el primer momento. El procedimiento se divide en varias fases, todas ellas orientadas a ofrecer un servicio seguro, eficaz y adaptado.

Primera toma de contacto

Todo comienza con una consulta inicial. El usuario se pone en contacto con la empresa a través de sus canales de comunicación —teléfono, formulario web, correo electrónico— y plantea sus necesidades.

En esta fase, el equipo de Cargacar recoge toda la información relevante: ubicación, tipo de vehículo, tipo de suministro eléctrico existente, posibles restricciones del entorno, etc. A partir de aquí, se ofrece una primera orientación sobre las posibilidades técnicas y los pasos a seguir.

Visita técnica y estudio de viabilidad

Tras esta primera toma de contacto, se planifica una visita técnica, en la que un profesional evalúa sobre el terreno las condiciones reales del lugar. Esta inspección es esencial para identificar elementos como la ubicación del contador, la distancia al cuadro eléctrico, la estructura del garaje, el tipo de instalación existente y cualquier otro factor que pueda influir en la ejecución del proyecto.

Con los datos recabados, el equipo técnico realiza un estudio de viabilidad. En este análisis se determina cuál es la solución más adecuada para cada caso, tanto desde el punto de vista técnico como económico. Se valora, por ejemplo, si conviene instalar un modelo monofásico o trifásico, si es necesario aumentar la potencia contratada, o si hay que realizar obra civil o canalizaciones.

Presupuesto personalizado

Una vez concluido el estudio técnico, Cargacar presenta al cliente un presupuesto detallado. Este documento incluye tanto los costes de la instalación como el modelo de punto de carga propuesto y los plazos estimados de ejecución.

También se especifican posibles alternativas o mejoras que pueden optimizar el rendimiento de la estación de carga, como la incorporación de sistemas de gestión de energía o control a distancia.

Este presupuesto no implica ningún compromiso para el cliente y tiene como finalidad ofrecer toda la información necesaria para que pueda tomar una decisión con conocimiento de causa.

Instalación del punto de carga

Si el cliente acepta la propuesta, se planifica la instalación. En función de la complejidad del proyecto, esta puede realizarse en una sola jornada o requerir varios días. En cualquier caso, el equipo de Cargacar se encarga de todo el proceso, incluyendo, si es necesario, la gestión de permisos o notificaciones en comunidades de vecinos.

En muchos casos, cuando la instalación se realiza en una plaza de garaje dentro de una comunidad, basta con comunicar la actuación al presidente o al administrador de fincas, tal y como establece la normativa. No suele ser necesario obtener una autorización expresa si no se modifican elementos comunes o si la instalación no afecta a terceros.

Puesta en marcha y comprobaciones

Una vez realizada la instalación, se lleva a cabo la puesta en marcha. En esta fase se comprueba el funcionamiento del punto de carga, se verifican los niveles de seguridad y se realizan las pruebas necesarias para garantizar que todo funciona correctamente. El usuario recibe además una explicación sobre cómo usar el equipo, cómo gestionar la carga y qué hacer ante cualquier incidencia.

Todos los trabajos se realizan conforme a la normativa vigente, especialmente la ITC-BT 52 del Reglamento Electrotécnico de Baja Tensión, que regula este tipo de instalaciones en España. En Portugal se siguen los criterios marcados por la Entidade Reguladora dos Serviços Energéticos (ERSE) y por el Sistema de Mobilidade Elétrica (Mobi.E).