Desde la elegancia atemporal del Hôtel de Paris en Mónaco, hasta las innovadoras instalaciones de las Bodegas Marqués de Riscal en España, pasando por el santuario para los amantes del vino Rekondo en San Sebastián o la innovación y la integración con la naturaleza de las bodegas VIK de Chile.
Cada destino ofrece una ventana a universos donde el vino es el protagonista, invitando a explorar, degustar y sumergirse en la cultura vitivinícola. Descubre las mejores bodegas de vino del mundo que, si tienes la oportunidad, te recomendamos visitar.
Hôtel de Paris (Montercarlo)
En el corazón de Mónaco, el Hôtel de Paris Monte-Carlo no es solo un icono de lujo y elegancia; también esconde, en las profundidades de su estructura, a 13 metros bajo tierra, una joya enológica sin igual.
Imagínate un espacio subterráneo de 1.500 metros cuadrados, repleto con más de medio millón de botellas de vino, distribuidas a lo largo de un kilómetro de estanterías. Esta maravilla fue inaugurada en 1874 por Marie Blanc, quien tomó las riendas de la Société des Bains de Mer tras su esposo. Desde entonces, este santuario vinícola ha crecido hasta convertirse en una de las bodegas más admiradas a nivel mundial.
Alberga una colección impresionante que incluye joyas como Romanée-Conti, Château d’Yquem, Pétrus y muchos otros nombres que resuenan con historia y excelencia. Las botellas se clasifican cuidadosamente entre aquellas destinadas a envejecer y las listas para ser disfrutadas, asegurando así una experiencia inolvidable para cualquier paladar.
Y para aquellos que buscan exclusividad, aún se pueden encontrar reliquias como el Château Margaux de 1929, el Château d’Yquem de 1890 o incluso un ron añejo de 1811, el cual, cuentan, deleitó a Sir Winston Churchill en 1945.
Este tesoro escondido en Mónaco continúa siendo un paraíso para los amantes del vino, prometiendo descubrimientos emocionantes y experiencias inigualables en cada visita.
Bodegas Marqués de Riscal (España)
En el corazón de La Rioja te encontrarás con una joya arquitectónica que se ha convertido en un símbolo de la región: el edificio de aluminio creado por Frank Gehry, hogar de la prestigiosa Bodegas de los Herederos del Marqués de Riscal. Esta bodega, con sus raíces que se remontan a 1858, no solo es reconocida por su innovador diseño, sino también por ser pionera en el embotellamiento de los vinos de Rioja, colocándola en la élite mundial de la vinicultura.
Si te das una vuelta por la Plaza del Reloj de Logroño tendrás la oportunidad de sumergirte en la historia vinícola visitando la bodega original, erigida en 1860. Aquí, el tiempo parece detenerse entre las paredes que resguardan botellas de la primera cosecha, narrando la rica historia de generaciones dedicadas al arte del vino.
Y para aquellos aventureros del paladar y del espíritu, los viñedos de Marqués de Riscal ofrecen una experiencia sin igual. Puedes explorarlos caminando, pedaleando en bicicleta o incluso a lomos de un caballo, disfrutando del paisaje y la brisa riojana. Además, si buscas algo más que vino, la bodega invita a sus visitantes a disfrutar de golf o pádel, añadiendo un toque de diversión y relax a la experiencia vinícola.
Si quieres disfrutar de algunos de los vinos de esta bodega, accede a la Tienda de vinos La Cave Gillet. Es uno de los escaparates digitales de vinos y licores más grandes e importantes del mundo. Podrás encontrarlos a un precio excepcional y comprarlos con la máxima confianza porque son especialistas en la venta de vinos online.
Rekondo (España)
En el corazón de San Sebastián se encuentra Rekondo, una joya de bodega que ha sido el alma del restaurante familiar por más de medio siglo. Imagínate un paraíso para los entusiastas del vino, rodeado de unas 120.000 botellas y más de 4.000 variedades de vino, podrías pasar horas maravillándote y probando tapas excepcionales mientras conversas con expertos sobre los secretos que encierra cada botella.
La historia de esta bodega es tan fascinante como su contenido. Todo comenzó en 1964, cuando Txomin Rekondo decidió convertir su pasión por el vino en su modo de vida, dando vida a esta impresionante colección. La bodega de Rekondo es una verdadera obra de amor, reconocida globalmente por su belleza y variedad por críticos de vino de todo el mundo. Txomin, con su curiosidad innata, ha explorado vinos de más de veinte países, incluyendo rarezas y tesoros de todos los rincones del mundo vitivinícola.
Lo que hace única a la bodega Rekondo es su capacidad de transportarte a través del tiempo y el espacio. Desde la impresionante colección de Château d’Yquem, un Premier Cru Supérieur de 1855, hasta una completa selección del Marqués de Riscal, la variedad es asombrosa. No es de extrañar que encuentres desde un exclusivo Jean-Louis Chave del Valle del Ródano hasta un sublime Meursault de Domaine des Comtes Lafon en Borgoña, sin olvidar la mítica Vega Sicilia Único de 1960, un orgullo de España.
Visitar Rekondo es más que una simple cata de vinos; es sumergirse en una historia de pasión y tradición. Cada botella, cada estante, cuenta una historia de dedicación, exploración y amor por el vino. Es una experiencia inolvidable que celebra la belleza de las historias escritas con pasión, invitando a todos a descubrir y compartir el placer de un buen vino.
VIK (Chile)
En el corazón del valle chileno de Millahue, extendiéndose sobre una impresionante superficie de más de 40 km2, encontramos a VIK, una joya entre las bodegas del mundo que destaca por su singular enfoque. Desde sus inicios, VIK ha colocado la innovación y la ciencia en el epicentro de su filosofía, revolucionando la forma en que se entiende la vinificación.
Fue el visionario dúo de Alex y Carrie Vik quienes, en colaboración con el renombrado arquitecto Similjan Radic, dieron vida a una bodega de diseño futurista que se fusiona armoniosamente con la belleza natural que la rodea. Más que un simple destino para degustar vinos, VIK se ha convertido en un verdadero oasis de enoturismo.
Aquí los visitantes no solo tienen la oportunidad de explorar una vasta colección de obras de arte sino también de disfrutar de estancias memorables, relajarse en piscinas que parecen brotar de la tierra misma y saborear lo mejor de la cocina chilena, todo ello en un ambiente que invita a la contemplación y al disfrute de los sentidos.