Ocio

Un software Terminal Punto de Venta es un programa pensado para automatizar los procesos que se producen en un establecimiento comercial, y que buscan simplificar las acciones a llevar a cabo por parte del personal del local. Se trata de un programa que unifica todas las tareas y que agiliza el funcionamiento de todo el equipo, rehaciendo las dinámicas para convertirlas en acciones más sencillas y automáticas.

Ahora bien, la oferta de programas TPV que existe en el mercado puede confundir al usuario, sobre todo a quienes hayan permanecido ajenos a los avances tecnológicos que han experimentado estos programas en los últimos años.

Entonces, ¿cuál es la mejor marca de software TPV? ¿Existen diferencias entre las distintas opciones que actualmente se pueden encontrar en el mercado?

Sopesando las mejores opciones disponibles

Para tener claro qué software TPV casa más con las necesidades del local, hay que conocer cuáles son las prestaciones de las que dispone cada opción. De hecho, los expertos insisten en que es necesario conocer la dinámica básica de cada local para encontrar el programa TPV idóneo.

Sin embargo, una buena alternativa es optar por soluciones algo más dinámicas y completas que permitan disfrutar de soluciones adaptadas y que tienen implicaciones más allá de la simplificación de procesos concretos.

Eso justo es lo que me llevó a intentar implementar en mi negocio un software TPV del que había tenido buenas referencias pero que no había tenido la oportunidad de probar. La primera vez que empecé a escuchar el nombre de Glop fue entre compañeros de profesión, pioneros en esto de la digitalización y que empezaron a explorar nuevas vías de hacer sus negocios más eficientes.

MI establecimiento, un pequeño restaurante ubicado en una concurrida calle de la capital, disfrutó de sus años gloriosos hace varias décadas, y en cuanto cayó en mis manos supe lo necesario que resultaba dar un paso adelante, abrazar las bondades que ofrecía la digitalización y mi equipo y yo empezamos a realizar la búsqueda de herramientas que nos permitieran codearnos con los locales más competitivos en este sentido.

Por recomendación de compañeros de profesión, decidí implementar un programa Terminal Punto de Venta para empezar a simplificar ciertas labores, pero lo que no tenía ni idea era de que Glop no solo automatizaba procesos, sino que unificaba todas las acciones del personal del local. Era, sin paliativos, la herramienta definitiva para trabajar de manera más eficiente.

Esto, obviamente, repercutía muy positivamente entre los usuarios, ya que permitía al personal centrarse en lo que realmente importaba, que era ofrecer un servicio a la altura de las expectativas de los comensales, recogiendo las comandas en poco tiempo, introduciéndolas en el dispositivo y enviándolas automáticamente a cocina, una función que se encuentra explicada en detalle en www.glop.es, entre las muchas que incluye su software TPV y que hacen de su propuesta una de las mejores de todas cuantas pueblan el mercado de programas Terminal Punto de Venta.

Unificando todos los procesos para ofrecer una automatización integral

Desde el principio, todo el equipo del local tenía claro que digitalizarse era el camino a seguir. Sin embargo, creo que las funciones integradas de Glop han superado las expectativas de todos los que esperábamos ansiosos empezar a trabajar con una herramienta que nos permitiese poner el foco en nuestro trabajo sin preocuparnos por los procesos que podíamos dejar al cargo del software.

Y es que enseguida vimos que Glop no era solamente un programa Terminal Punto de Venta: era una herramienta que unificaba todos los procesos y permitía unificar y automatizar todas las acciones de nuestro trabajo, desde tomar comandas hasta realizar cobros con tarjeta, enviar la carta a los clientes, añadir anotaciones a la comanda o crear indicaciones para que los comensales tuvieran claros qué platos podrían contener ingredientes susceptibles a ciertas intolerancias alimentarias.

Todo ello hizo que el método de trabajo cambiase notablemente, ya que también permitía llevar el recuento del stock de los productos con los que trabajábamos y agilizaba todo el proceso de reposición y gestión, lo que resultaba mucho más tranquilizador desde prácticamente cualquier punto de vista.

Con el fin de diversificar opciones y manteniéndome algo escéptico en cuanto a la ambivalencia de Glop, decidí probar con otros softwares TPV en locales que pertenecían a un sector distinto al hostelero, y puedo decir, con conocimiento de causa, que las sensaciones no se parecían ni de lejos a las que Glop ofrecía con su software Terminal Punto de Venta. Y las diferencias no eran solo en cuanto al manejo –no era una mera cuestión de “costumbre”-, sino que también tenían que ver con las funciones propiamente dichas, la sincronización de los datos –en Glop todo funciona en tiempo real, es increíble- y la eficacia con la que unificaba todos los procesos bajo el paraguas de un único programa.